
La distribución de una cocina depende de múltiples factores: espacio, forma, iluminación, tamaño, funcionalidad, estética...

El elemento fundamental de una cocina con isla es un módulo bajo central. Anexos a las paredes se sitúan el resto de muebles de proporción vertical.

Este tipo de cocinas se adecúa bastante bien a plantas predominantemente cuadradas y de grandes dimensiones.

La isla puede destinarse a una o a varias funciones: zona de preparación de alimentos, zona de cocción, zona de lavado, zona de almacenamiento... En consecuencia en este área se pueden incorporar el fregadero, el microondas, el lavavajillas, la vitrocerámica y otros pequeños electrodomésticos.

Incluso puede combinarse con una zona para desayunar o comer incorporando unos taburetes.

Hay que cuidar las distancias de la isla al resto de los muebles o a la pared. Si al otro lado hay muebles, se debe dejar más de 1 m de paso si son sólo de almacenamiento o entre 1,20m y 1,50m si es una zona de trabajo y por lo tanto puede haber dos personas cocinando a la vez. Si al otro lado de la isla hay pared habría que dejar como mínimo 0,80m libres.

Las distribuciones de cocina con isla pueden resultar muy atractivas visualmente, ¿no crees?

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